miércoles, 23 de noviembre de 2011

FORTALEZAS Y DESAFIOS DE LA FAMILIA MEXICANA EN EL SIGLO XX




La serie de desafíos que las familias mexicanas pueden llegar a enfrentar se clasifican en internos y externos:

-EXTERNOS: la pobreza, migración y el cambio cultural son algunos de los desafíos externos y que tienen que ser enfrentados por las familias.

-INTERNOS: la secularización, la diferenciación simbólica, los cambios en la estructura de roles y los cambios entre las generaciones son aquellos que enfrentan las familias que provienen de su configuración interna.

A pesar del gran valor que los mexicanos le atribuyen a la familia, hoy la vida familiar enfrenta muchos desafíos y tensiones. En una sociedad crecientemente modernizada, la tradición está perdiendo terreno, y la certidumbre sobre muchos hechos de la vida se vuelve frágil y contingente.

Además de los cambios en las organización y estructuración de roles, estas tendencias económicas han tenido como resultado  un problema importante de pobreza, tanto en las áreas urbanas como rurales. Algunas características que tienen las familias pobres son su tendencia a ser familias extensas; su tamaño es mayor que el promedio nacional; el número de  miembros que dependen de un miembro es mayor; tienden a vivir en forma hacinada en una vivienda.

La migración se he vuelto una estrategia importante que las familias desarrollan y ha sido positiva para obtener mayores recursos económicos. Pero genera muchos estreses en las familias. Dado que uno o más miembros pasan largos periodos fuera de la casa, el riesgo de desintegración familiar está presente, en el sentido de que puede alterar sustancialmente la cohesión, la interacción intersubjetiva y los procesos de comunicación vinculante; las presiones para mantener funcionando a la familia generalmente recaen en las mujeres, trayendo con sigue problemas adicionales en la paren talidad, en el cuidado de los adultos mayores y en el manejo de la sobrevivencia cotidiana, y  los miembros de la familia tiene que ajustarse  emocionalmente a las nuevas condiciones.

Los cambios culturales han actuado no solo para promover resultado positivos sino también como factores desafiantes en la vida familiar.

El trabajo de las mujeres se justifica no solo por una necesidad económica sino también por un desarrollo personal o profesional, aunque los motivos varían de acuerdo a los distintos estratos socioeconómicos y socioculturales. La configuración del rol de las mujeres en forma más abierta hacia el exterior, debido a una actividad económica, presentan desafíos respecto a los hombres y a las mujeres con respecto a cómo van a enfrentar  y conciliar diferentes valores como pareja y como familia.

Otro desafío importante que deriva de la estructura de roles tradicionales está representado por las desigualdades de poder entre los géneros. La división tradicional de roles ha supuesto a menudo una dependencia y sumisión por parte de las mujeres adulta con respecto a los varones adultos.

Como parte del cambio cultural que la sociedad mexicana esta experimentando, hay un desafío importante que están enfrentando las familias con respecto a las generaciones y la parentalidad. Las relaciones entre las generación dentro de la familia se están volviendo más problemáticas. Los padres enfrentan problemas con respecto a cómo mantener su autoridad en una sociedad en donde las opiniones y las decisiones de los niños cuentan más y tienen dificultades para lidiar con los valores en los cuales fueron educados y una cultura que da más espacio a los niños. En el pasado la autoridad de los padres tenía una base más autoritaria o tradicional que les daba herramientas particulares para enfrentar y guiar el comportamiento de sus hijos.

Un desafío importante que están enfrentando las familias mexicanas se refiere a la violencia que puede estar generándose como parte de los rápidos cambios que han experimentado las familias: los cambios en la estructura de  roles, el deterioro de las condiciones económicas y sociales, la persistencia  de las desigualdades de género y entre las generaciones, el abuso en el consumo de alcohol y drogas, así como los cambios en las pautas culturales pueden generar tensiones que conduzcan al uso de la violencia.

La reconstrucción de los desafíos que enfrentan las familias mexicanas nos ofrece un panorama parcial de ellos.

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